El pasado 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, fue vivido de una manera atípica en la ciudad de León debido a la pandemia provocada por el COVID-19.
La iglesia del Convento de la Purísima Concepción (Reverendas Madres Concepcionistas) no pudo acoger la celebración de la Eucaristía propia para la mencionada jornada y en la que iba a participar - como manda la tradición - la corporación municipal del Excelentísimo Ayuntamiento de León.
Asimismo, el mencionado templo ubicado en la Plaza de las Concepciones de la Legio VII tampoco pudo rendir pleitesía a su Titular mariana con los cultos públicos en su honor y que, como viene siendo habitual, consisten en el rezo del Santo Rosario, de la Novena y celebración de Santa Misa, y en el rezo de la Vísperas y Exposición del Santísimo Sacramento en la vespertina de la Inmaculada Concepción.
Los braceros y las manolas del paso de la Virgen de la Amargura, de la Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Minerva y la Santa Vera Cruz, y los hermanos de la Cofradía Santo Sepulcro-Esperanza de la Vida acompañaron - en tan significativa festividad - a las RR.MM. Concepcionistas con sencillos detalles que descansaban a las puertas del Convento: una vela con la Imagen mariana de la Virgen de la Amargura y un ramo de margaritas azules y blancas, respectivamente.
Nos encontramos ante una muestra más de cariño, cercanía y mejores deseos hacia la Comunidad Concepcionista en estos tiempos difíciles que se encuentran viviendo, no pudiendo compartir con sus hermanos cofrades y fieles la fe en sus novenas, celebraciones dominicales y otros actos organizados por el cenobio o en los que colaboran activamente.
Asimismo, también fue suspendido el tradicional canto de 'La Salve' a la Inmaculada Concepción - ubicada en una de las escalerillas que dan acceso a nuestra Plaza Mayor - que tiene lugar pocos minutos después de la celebración de la Eucaristía en el cenobio concepcionista.
María Inmaculada, Madre y Patrona de España, ruega por nosotros