
El obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, presidirá mañana viernes día 24, fiesta de Nuestra Señora de la Merced, a partir de las 12,00 horas en la Catedral la eucaristía en la jornada de la patrona de las instituciones penitenciarias. Una celebración que se traslada de forma excepcional al primer templo diocesano ante la imposibilidad de celebrar la tradicional misa del día de Ntra. Sra. de la Merced en el centro penitencio de Villahierro por las restricciones sanitarias y en la que participarán los integrantes de equipo de Pastoral Penitenciaria de la Diócesis.
TIEMPO DE PANDEMIA: UN CURSO SIN ACTIVIDAD
Con esta misa, que se grabará para su emisión por el canal interno de televisión del centro penitenciario de Villahierro, la Diócesis quiere llevar al Centro Penitenciario el mensaje del curso pastoral que acaba de comenzar con el hito destacado que ha marcado la XX Semana de Pastoral en la que se ha destacado el protagonismo de los seglares en la acción de la Iglesia de León, con un subrayado especial desde el lema “Pueblo de Dios en salida” para orientar la acción pastoral en una línea de marcado acento misionero, que tiene una referencia destacada en la labor eclesial que se realiza en el Centro Penitenciario de Villahierro. Un mensaje que pretende ser un aliciente para los voluntarios de Pastoral Penitenciaria que cada día trabajan para hacer realidad ese objetivo de que la Iglesia legionense sea una Iglesia en salida y que acercan ese mensaje del Evangelio al Centro de Villahierro, una acción que se ha visto muy limitada desde el inicio de la crisis sanitaria de la Covid 19. Así, en la fase inicial de la pandemia quedaron suspendidas todas las actividades en el centro penitenciario de Villahierro, que se pudieron retomar en el verano del año 2020 con la celebración de la eucaristía de los sábados limitada a un módulo y con atención pastoral personal individualizada en el locutorio. Una reducida presencia que, sin embargo quedó suspendida totalmente en el mes de septiembre de 2020 tras el brote de contagios que afectó a más de un centenar de internos del centro de Villahierro, y que no se ha podido retomar de manera limitada hasta este pasado mes de julio.
PASTORAL PENITENCIARIA: CERCANÍA Y ACOMPAÑAMIENTO
Dentro de esa actividad coordinada por un equipo de dos capellanes resalta la implicación de las 24 personas las que integran el equipo de voluntarios de Pastoral Penitenciaria de la Diócesis, que hasta el inicio de la pandemia acudián a diario al Centro de Villahierro para visitar a los internos en los distintos módulos y que en todo este tiempo de pandemia no han podido acudir a la institución penitenciaria. La cercanía, el acompañamiento y la escucha marcan esta acción pastoral que en algunas ocasiones da paso al rezo y a la lectura de textos bíblicos, y que tras las restricciones impuestas por la pandemia, se está retomando en este curso pastoral. Y junto a esta presencia en los módulos de Villahierro, suspendida durante la pandemia, los 24 voluntarios de Pastoral Penitenciaria de la Diócesis participan una vez al mes en sesiones de formación que se venían celebrando cada primer jueves para compartir experiencias, rezar y profundizar en su formación cristiana y que se han realizado de manera puntual por medios telemáticos.
SERVICIO PASTORAL, ESCUCHA PERSONAL
Junto a este grupo de voluntarios, dos capellanes se encargan de apoyar y atender el servicio pastoral en el Centro de Villahierro. Además de coordinar la labor de los voluntarios y animar su trabajo pastoral, estos dos capellanes presiden la celebraciones eucarísticas semanales que tienen lugar en las instalaciones penitencias, cada sábado a las 17,00 horas para los internos de los cinco módulos de respeto, con una asistencia que supera las cien personas, y a las 18,00 horas para los internos de los seis módulos ordinarios, con una presencia estable de un grupo de veinte personas, celebraciones suspendidas durante la pandemia y que ahora se están comenzando a recuperar.
Una presencia de Iglesia y una labor de acompañamiento y escucha personal que hace que el Evangelio tenga una resonancia especial en espacios como esta instalación penitenciaria de Mansilla de las Mulas, que mañana viernes día 24, en la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, vivirá una jornada festiva todavía en situación excepcional por la pandemia y que tendrá un eco especial en la Catedral donde se celebrará a la patrona en el Día de las Instituciones Penitenciarias.